lunes, 10 de octubre de 2011

Iglesia de San Pedro. Tavernes de la Valldigna (I)

Estado anterior


Detalle del estado anterior. La fachada no cubre la cubierta de la nave central.
Años 30 del s.XX. Imagen cortesía del CETV
Este proyecto, que se viene afrontando por fases desde los años 90, empezó por la rehabilitación integral de la fachada y el campanario, terminando estos dos elementos a la manera de cómo debió ser en un inicio proyectual y que, quizá por falta de recursos, no se terminó adecuadamente en la época.
Resultado final
Antecedentes históricos: La construcción del templo data de 1737-1750, donde anteriormente hubo una mezquita, que se transformó en iglesia con la conquista cristiana. La fachada es posterior, de finales del XVIII, y su diseñador no domina las artes de la arquitectura, puesto que no aplica correctamente las proporciones y no adapta su proyecto al edificio existente, quedando pequeña respecto a las cubiertas posteriores. En tal diseño, se demuestra un cierto conocimiento de los estilos gigantes y de la arquitectura oblicua (Juan Caramuel [1606-1682]) y de la obra de Athanasio Genaro Briguz y Bru “Escuela de Arquitectura Civil”, de 1738; remitiendo todo ello al tiempo anterior a las Academias. En este supuesto se tendría que aceptar que la fachada se realiza, como culminación de las obras del conjunto religioso, con reminiscencias de una moda anterior o tal vez como obra de emergencia realizada en 1784.
El remate del campanario es de finales del siglo XIX.
Esquema del estado anterior
Análisis constructivo: La fachada no cubre todo el cuerpo de la iglesia: los tejados sobrepasan las líneas de coronación del imafronte y no hay una relación proporcional entre continente y contenido. La incorrecta solución del falso campanario de la derecha, sin remate en la coronación, descompensa la simetría del conjunto.
La fachada está formada por una superposición de planos, que refleja un adosamiento de uno sobre otro: la fachada-retablo se pega a la preexistente variando la alineación de los distintos paramentos. Tal vez se pretendiera compensar los esfuerzos que transmite la bóveda, recurriendo a una solución de contrafuerte inclinado aguantando el edificio.
La fachada estaba muy degradada; largos períodos sin mantenimiento propiciaron que el clima agrediera violentamente a unos materiales de escasa calidad. El paramento estaba totalmente enfoscado y se apreciaban vestigios denotando antiguos estucos y tal vez esgrafiados. El muro está formado por fábrica de mampostería concertada, con cadenas de ladrillo. Las esquinas y los adornos arquitectónicos son de ladrillo macizo.
Al estudiar los detalles constructivos y arquitectónicos, se aprecia que sólo hay zócalo pétreo en la base de la torre campanario; el resto del edificio carece de él. Tampoco las pilastras de la portada tienen basa. Esta carencia produce la sensación de que la construcción no se apoya sobre el suelo, sino que se hinca en él. Además, demuestra el desconocimiento del proyectista de las reglas y principios vigentes en el diseño y construcción de los órdenes arquitectónicos.
La fachada está orientada al sur, máximo grado de insolación. Sin embargo, este punto tan favorable para la transpiración del paramento, ha producido, debido a la falta de mantenimiento, una excesiva desecación de los materiales, acelerando su degradación. Tanto los ladrillos macizos que forman molduras, como los morteros de agarre y enlucido están degradados.
En cuanto al campanario, de estructura mucho más sólida que la de la iglesia, aparentemente las patologías no existen. Sin embargo, el remate construido a finales del siglo pasado en forma de cenador romántico, tiene sus columnas muy degradadas, efecto no detenido en las sucesivas y desafortunadas intervenciones, por lo cual se decide su demolición y posterior reconstrucción.
Dibujo del resultado final pretendido
Criterios proyectuales: Toda la intervención se rige por dos principios básicos: por una parte, mejorar las titubeantes propuestas estilísticas mediante la ordenación académica de los elementos arquitectónicos que las definen; por otra, recuperar la imagen que debió tener la fachada en el momento de su construcción mediante una drástica intervención sobre los enfoscados y enlucidos actuales y la posterior interpretación de las superficies. Esto se complementa con dos intervenciones de carácter estético-constructivo; 1) completar el imafronte hasta sobrepasar el tejado y 2) demoler, para reconstruir, con un diseño más acorde con la cultura artística de la comarca, el ruinoso y desafortunado campanile, adoptando las formas de estructura en aspa y doble cuerpo, siguiendo muy de cerca las directrices marcadas en el remate del Monasterio de la Valldigna.

Reseña periodística en campaners.com (clic)
Reseña periodística en "Iglesia en Valencia" (clic)

Otras menciones del edificio y su párroco:
Travelnauta
Universitat de València, Vanessa Catalá Camarena
Pols d'estels

No hay comentarios:

Publicar un comentario

No te quedes con la palabra en la boca, comenta: