Rehabilitación de edificio industrial para vivienda unifamiliar.
Se empiezan a recibir materiales de revestimientos y acabados, alicatados, celosías, se confirman definitivamente las piedras que ya se eligieron...
La obra se mantiene ordenada y es que el tener un patio tan grande en el interior de la parcela lo hace todo muy fácil para ordenar materiales, herramientas y maquinaria. La estructura del fondo ya existía en el edificio fabril anterior y se va a dejar, ayudará a crear un bonito jardín vertical. Ahora se ha construido una jardinera longitudinal de base, rematada por una pileta en el suelo que servirá tanto para regar como para fregar las paellas del paellero y barbacoa anexos.
En el interior de la vivienda se aprovechan los huecos que permite la estructura para esconder todas las instalaciones y canalizaciones, el esquema estructural del edificio preexistente obligaba a una distribución diafragmática y ordenada que ha sido muy útil para muchos tajos de la obra.
En el lavadero, cuyo cierre está vinculado a uno de los dos patios interiores, se está ejecutando la celosía de elementos prefabricados. El resultado no puede ser mejor, se recibe una gran luz, se consigue discreción desde la ventana frontal de la pasarela y no distorsiona los planos del propio patio. Una vez más se ha logrado la máxima de seguir los principios de Vitrubio: firmitas (solidez y resistencia), utilitas (discreción y luminosidad) y venustas (conservación de la estética del tubo de luz).
Ya se ha empezado el alicatado en baños, cuidando mucho el replanteo de las piezas en cada pared: se mide la pared y se encajan las piezas en función de sus medidas o de los accidentes que tiene la pared (ventanas, puertas, radiadores, mamparas...). El objetivo es conseguir la máxima armonía y estética.
Los pequeños patios interiores se rematan con una barandilla de celosía, se valoró poner barandillas de cerrajería, por una cuestión de presupuesto y plazos del proveedor se rechazó esta opción, se pensó en realizar antepechos de obra, pero finalmente se optó acertadamente por esta solución intermedia: queda firme y no quita luz.
En la planta baja (garaje y un local diáfano) ya se ha empezado a enlucir los paramentos.
En esta imagen de abajo se pueden apreciar los juegos de sombras que ofrece la barandilla superior de los patios superiores, es increíble cómo cambian los reflejos en función de la hora del día o el asoleamiento. He publicado otras fotos en mis perfiles de redes sociales.
A continuación se muestran los cambios exteriores del edificio.
Se puede seguir todo el proceso de la construcción aquí. Atenderemos cuantas consultas nos hagan nuestros lectores.
Arquitectos técnicos: Luis Alonso y Ramón Ballester.
Contratista: Aecuor Arquitecnia, S.L.
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