Recupero este artículo desde Fatídica*gala!, publicado el 20 de abril de 2011.
Desde arch daily y architects+artisans me ha llegado esta singular torre de unos 12 metros de altura, ubicada en Connecticut y proyectada por Centerbrook Architects and Planners, que es la ampliación de la casa de una afamada violinista de origen japonés.
La casa de la violinista, que también se dedica a la enseñanza de la música, ya incluía una sala de audición, pero tuvo el capricho de construirse esta pequeña torre para la práctica de su arte mientras goza de las estupendas vistas sobre la arboleda que le rodea.
La forma sugerente de la cubierta en forma de violín y el juego de tonos de la madera -cerezo para el interior y cedro para el exterior- crean un llamativo conjunto en medio de la naturaleza.
La sala, que apenas cuenta con una superficie para 4 o 5 músicos, está perfectamente acondicionada, tanto a nivel térmico mediante placas solares, como a nivel acústico como verdadera sala de ensayos que es.
El verdadero reto, cuentan los proyectistas, fue que el espacio de la escalera no desmereciese del conjunto, lo que lograron continuando la línea de diseño basada en la combinación de maderas y en una ligera barandilla de doble cristal con papel de arroz en su interior.
Uno de los proyectistas cuenta la anécdota de que la violinista ofrece un concierto anual -de carácter informal- para conmemorar el aniversario de Bach, a mediados de marzo. A partir de este año ha pensado en trasladar el evento a este pequeño espacio, donde los exclusivos invitados se acomodarán en las escaleras para escucharla.
¡Quién pudiera formar parte de ese selecto círculo!
La verdad esq además de ser muy original le ha quedado muy bonito!
ResponderEliminarCiertamente...¡Quién pudiera!
ResponderEliminarMuy original!! Será precioso escuchar ahí la música...
ResponderEliminarBss Carmen
Que original!! Quien pudiera tener una torre así, con estas vistas, para dedicarse a lo que más te guste!!
ResponderEliminarBss!
Mer
Pero qué creatividad! Quisiera ser de las afortunadas!
ResponderEliminarBesos y felices días, Fati!