viernes, 16 de septiembre de 2011

Volando voy, volando vengo

Recupero este artículo ya tratado en Fatídica*gala!, publicado el 5 de febrero de 2010, y a propósito de haberlo mencionado en la entrada anterior, dedicada a las desaparecidas Torres Gemelas de NY.

La Willis Tower (hasta el pasado año, Sears Tower) es un rascacielos de Chicago, de 108 pisos y 442 metros de altura diseñado por los arquitectos Skidmore, Owings and Merrill y construido en 1970-74.
En estos días he recibido por mail estas imágenes que ilustran los miradores –The Ledge- que se han añadido hace unos meses en la planta 103, totalmente acristalados en todos sus lados, incluso en el suelo. Sólo verlas me recorre un escalofrío de vértigo por todo el cuerpo.
Para los que nos quepa alguna duda, estas cajas acristaladas de unos 3x3 metros, que sobresalen 1,30 metros, pueden soportar hasta 5 toneladas de peso y los cristales tienen un grosor de casi 4cm, formados por un sándwich de 5 capas unidas con polímeros. Esta laminación es el verdadero secreto de la durabilidad del material frente a la fragilidad del vidrio puro sin añadidos.
El acceso al público está permitido por una entrada de unos 15 dólares. No me imagino el momento en que se decide dar ese paso crucial de entrar en el mirador y sentir que no pisas nada, que no hay nada debajo, que estás en el aire a 412 metros sobre el suelo. A mi me costaría unos cuantos segundos, después del calambrazo de la primera sensación de vértigo ¡qué impresión!
Posted by Picasa

3 comentarios:

  1. con el vértigo que yo tengo... sería imposible para mí estar ahí...

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  2. Debe ser una experiencia inolvidable, de impresión!!

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  3. Espectacular! Eso si... me daría mucho miedo asomarme... jeje.

    Saludos!
    http://durabilite.blogspot.com/

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